El Castillo de Hohenzollern se encuentra a unos 50 kilómetros de Stuttgart y es una excursión recomendable si tenéis días suficientes para visitar la ciudad.
Cómo llegar al Castillo de Hohenzollern
Evidentemente la opción más rápida es llegar en coche, pero desde Stuttgart se puede llegar en transporte público de forma relativamente sencilla . Eso si, en la oficina de turismo de Stuttgart no supieron (o no quisieron molestarse) darme ninguna pista de cómo llegar al castillo, o de si estaba abierto o sus horarios. Entiendo que no esta una pregunta sobre la propia ciudad, pero la atención al turista de Stuttgart tiene, a mi juicio, un amplio margen de mejora.
La forma de llegar al Castillo de Hohenzollern desde Stuttgart es una combinación de tren y autobús.
Desde la estación de tren central de Stuttgart (Hauptbahnhof) hay que coger un tren hasta Hechingen. hay varios trenes al día que van casi directos, con solo 3 paradas intermedias y que tardan unos 65 minutos. Nosotros en concreto cogimos el tren de las 10:15am que llega a Hechingen a las 11:20. Una cosa a tener en cuenta es que debéis montaros en los primeros vagones del tren, ya que los vagones de cola se desenganchan en Tubingen y no llegan a nuestro destino. De todas formas a nosotros nos avisó el revisor y en la parada de Tubingen hay tiempo suficiente para cambiar de vagón.
Desde la estación de Hechingen tenemos que coger un autobús que nos lleva hasta el parking del Castillo de Hohenzollern y que viene marcado con "Hohenzollern Burg". La salida de este autobús estaba marcada para las 11:25, solo 5 minutos después de la llegada del tren. Parece muy poco tiempo, pero la estación es en realidad un simple anden y justo a la salida del mismo se encuentra la parada del autobús, por lo que hay tiempo suficiente.
Existe un tipo de billete de tren llamado "MetropolTicket Stuttgart" que permite usar cualquier transporte público en el área Metropolitana de Stuttgart sin límite de viajes en el día. De esa forma con ese mismo billete pudimos usar el metro de Stuttgart, el tren hasta Hechingen y el autobús al parking del castillo. El precio para dos personas fue de 27€ y es mucho más barato que intentar comprar los billetes de forma individual.
Acceso al Castillo de Hohenzollern
El transporte público no nos lleva hasta las puertas del castillo, sino hasta el parking donde también deben aparcar los coches privados. Aquí nos encontramos unos aseos, una pequeña tienda y el centro de visitantes donde tenemos que comprar las entradas para el castillo.
El castillo propiamente dicho se encuentra en lo alto de la colina, y se accede por un camino bastante empinado. Desde el centro de visitantes indican que el tiempo de subida al castillo son unos 25 minutos, pero nosotros los hicimos en apenas 15 y sacando fotos en el trayecto. Pero sí es cierto que puede ser una subida un poco "dura" para personas menos acostumbradas a subir al monte.
Existe también la opción de tomar un Shuttle (mini autobus) desde el parking hasta la entrada del castillo. Su precio es de 2€ ida o 3,30€ ida y vuelta. Personalmente creo que no vale la pena, ya que la subida al castillo no es muy complicada y nos deja las mejores vistas de las murallas que vamos a poder contemplar. En el plano, la carretera del shuttle discurre por las curvas de herradura de la izquierda mientras que el camino peatonal es el que está dibujado a la derecha.
Para entrar al castillo tenemos dos tipos de entrada:
- Acceso al complejo sin visita al interior del castillo: 7€
- Acceso al complejo y visita de las habitaciones interiores: 12€
El recorrido por el interior del castillo se realiza en grupos y con visitas guiadas. Una vez más, por cuestión de horarios, nos tocó una visita guiada en alemán. Afortunadamente nos prestaron una pequeña guía con el recorrido de las habitaciones explicado en castellano. Creo que merece la pena realizar la visita completa, incluyendo las habitaciones interiores.
El interior del castillo
El actual es el tercer castillo que se ha construido en la misma ubicación tras la destrucción de los dos primeros. El castillo actual es obra del famoso arquitecto berlinés Frederico Augusto Stüler, que había sido nombrado arquitecto real en 1842.
Tras cruzar la puerta de entrada ascendemos por una pequeña cuesta hasta la entrada de la segunda línea defensiva. El castillo y los muros en general están en bastante buen estado de conservación. Se puede recorrer la muralla todo alrededor del castillo, teniendo una perspectiva de 360º tanto del propio edificio como de las vistas del paisaje, que es espectacular.
A lo largo del camino alrededor de las murallas nos encontramos estatuas de diferentes dirigentes de Prusia.
A continuación accedemos al pato interior del castillo, sin duda una de las zonas más bonitas de la visita. En este patio encontramos varias salas de exposiciones, las capillas, un pequeño bar restaurante, el centro de información y una pequeña tienda. Desde este patio parten también los grupos guiados para las visitas al interior de las habitaciones.
- La Capilla de San Miguel Arcángel es la única parte del castillo actual que sobrevive del antiguo castillo medieval.
- La Capilla del Cristo está dedicada para el culto protestante.
- La Torre del Castillo está dedicada a sala de exposiciones. Durante nuestra visita estaban expuestas varias colecciones de figuras en miniatura representando escenas medievales.
Las habitaciones interiores
El acceso al interior del castillo solo se permite en grupos y con guía. La mayoría de las visitas son solamente en alemán. La visita comienza en la sala del árbol genealógico de la familia Hohenzollern y nos lleva por varias dependencias entre las que destacan el Salón de los Condes, La Biblioteca, el Salón Azul y la cámara del Tesoro con la gran espada Gassenhauer de 1,80 metros.
Para preservar los suelos de las habitaciones nos entregaron una especie de pantuflas gigantes que te calzas sobre tus propios zapatos y que debes llevar puestas durante toda la visita. El resultado es un poco grotesco pero es una anécdota mas de la jornada. En el interior no se permite realizar fotografías.
Junto a la cámara del tesoro se accede también a las antiguas cocinas que conectan con una especie de catacumbas y que terminan llevándote fuera de las murallas del patio interior. Casi nadie de nuestro grupo siguió esta ruta, pero me parece interesante ver estos pasadizos que se usaron en un tiempo como entrada "alternativa" al castillo.
La visita guiada dura alrededor de una hora, que sumada a cerca de hora y media que dedicamos a ver las murallas, las capillas y la torre de exposiciones más la subida y bajada del castillo nos indica que debéis reservar entre 3 y 4 horas para la visita.
De todas formas el autobús desde el parking a la estación de tren solo regresaba a las 16:00h. Lo que te obliga a una estancia de 4,5 horas en el castillo. Pero no se nos hicieron largas en absoluto.
Una buena opción pude ser llevaros vuestro propio picnic para comer en las murallas del castillo. Hay muchos bancos y zonas donde poder sentarse contemplando las vistas. No es que el bar del castillo fuese especialmente caro, pero la oferta tampoco nos pareció excesivamente apetecible.
Tubingen
Una opción durante el regreso a Stuttgart es parar en Tubingen y visitar la ciudad. Se trata de una ciudad medieval eminentemente universitaria y que tiene la edad media de población más joven de todo Alemania. Por la fotos que habíamos visto en internet creo que merece la pena una visita, pero los horarios de trenes para seguir luego el camino hasta Stutgart no terminaban de cuadrarnos y al final no hicimos la parada.
Llegamos a Stutgart cerca de las 6 de la tarde e hicimos un último recorrido por Königstraße. Al día siguiente a primera hora cogíamos ya el vuelo de regreso a casa.