Desde que visité Hong Kong lo he bautizado como el "sitio más alucinante del planeta". Estoy seguro de que el hecho de que fuese la primera gran ciudad asiática que visité ayuda mucho a esa calificación. Con posterioridad he visitado lugares como Shanghai, Osaka o Tokio que posiblemente pueden competir de tú a tú sin problema por ese apelativo. Pero Hong Kong me enamoró.
Hong Kong y China
Hong Kong pertenece a China, pero no es China. Hasta 1997 fue una colonia británica y más de 20 años despues sigue siendo patente esa influencia europea. Actualmente funciona como una "región administrativa especial", con un sistema económico administrativo y judicial propios e independientes de China.
El funcionamiento orgánico de Hong Kong es el de "un país, dos sistemas". Es decir, que aún siendo parte de China, Hong Kong mantiene un régimen capitalista, con una gestión propia de fronteras y aduanas e incluso con su propia moneda.
El idioma
Aunque el idioma oficial es el chino, el hecho de haber sido colonia británica se nota en el uso del inglés entre la población. No es difícil desenvolverse en inglés en casi todas partes.
Lo que sí resulta curioso es que son las personas mayores las que mejor dominan el inglés, siendo patente que la población joven no está habituado a su uso.
Por lo tanto hay que evitar esa costumbre de pensar que la gente joven "nos entenderá mejor en inglés", como suele pasar en países de nuestro entorno. En Hong Kong cuanto mayor sea la persona, mejor parece ser su nivel de inglés. Personalmente me parece un gran error educativo que estén dejando que las nuevas generaciones desconozcan un idioma internacional, pero no debemos olvidar que en el fondo estamos en China y, por lo tanto, en una "dictadura comunista".
La moneda
La moneda oficial de Hong Kong es el Dolar de Hong Kong (HKD), pero allí se refieren ella simplemente como dólar. En las tiendas es evidente, pero incluso en los mercadillos cuando estéis regateando un precio, la moneda de referencia es su HKD aunque estemos hablando sólo de Dólar y nuestra mente occidental nos lleve a pensar en la moneda americana.
Los billetes resultan un poco extraños al principio. Parece como dinero del monopoli más que billetes de verdad. Pero es algo a lo que te acostumbras rápido.
Se puede cambiar dinero en cualquier banco, casa de cambio e incluso el propio hotel. Como en cualquier país la tasa de cambio en el aeropuerto y las zonas más turísticas es peor que en zonas menos visitadas, pero las fluctuaciones tampoco eran tan altas como en otros países.
Documentación y visado
Los viajeros de la Unión Europea solo necesitamos el pasaporte en vigor. Al contrario que en el resto de China, para acceder a Hong Kong no es necesario visado. Tampoco es necesario ninguna vacuna especial, aunque en el momento de nuestra visita se comprobaba la fiebre en el control de aduanas como medida de seguridad frente a la gripe A.
Geografía
Hong Kong está formado por una península y varias islas frente a la misma. La península recibe el nombre de Kowloon (pronunciado algo así como cua-lun) y es donde es encuentran algunas de las principales zonas comerciales, mercados callejeros y hoteles.
La isla grande frente a Kowloon, donde se encuentra el distrito financiero, es la que tiene el nombre de Hong Kong. Aquí tenemos algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, como el banco de china.
Y al oeste de Hong Kong se encuentra la isla de Lantau. Es la isla más grande y donde se encuentra el aeropuerto, el gran Buda o el parque de Dysney, por ejemplo.
Desplazamientos
El medio de trasporte más cómodo y que más usaremos los turistas el el Metro (MTR). Tiene varias lineas y une también la península de Kowloon con Hong Kong y con Lantau. El precio del billete es variable en función del número de estaciones recorridas.
La forma de pago más habitual para el transporte es usar la tarjeta "Octopus".
Es una tarjeta sin contacto que se recarga y descuenta automáticamente el precio del billete. Pero además se puede usar como medio de pago en todas las máquinas expendedoras de la ciudad (y os querréis tomas un refresco en más de una ocasión) así como en las tiendas 7eleven y similares repartidas por toda la ciudad. Es tremendamente cómodo usarla para hacer todos los pagos y no tener que lidiar con monedas, cambios, etc.
La tarjeta Octopus cuesta 150HKD, que incluyen 100HKD de saldo y 50HKD por la propia tarjeta. Estos 50 dólares más el saldo sobrante se devuelven al entregar la tarjeta en el momento de irnos, por lo que su compra no son más que ventajas.
Los usuarios del metro son relativamente respetuosos para estar en china. No hay grandes carreras ni empujones, pero si hay que tener el cuenta que la densidad de población es brutal, y el uso del transporte público es masivo, por lo que terminas viéndote envuelto en hordas de chinos bajitos que se mueven de un lado para otro.
Además del metro hay varias líneas de Ferry que cruzan constantemente de la península de Kowloon a Hong Kong y nos ofrecen una perspectiva diferente de la bahía.
Por lo demás buena parte de Hong Kong podremos recorrerla andando, y es la mejor forma de conocer la ciudad. Existen zonas enteras con "pasos elevados" exclusivamente para peatones sobre las carreteras. Pero no penséis en un "paso elevado" para cruzar por encima de una calle. Se trata de auténticas retículas de pasarelas y túneles que te permiten recorrer manzanas enteras pasando de un edificio a otro sin llegar a pisar la calle de verdad.
El clima
La mejor forma de resumirlo es que en Hong Kong hace calor. Nuestra visita fue en octubre y disfrutamos de 8 días de calor (alrededor de unos 35º) y tremendamente húmedo. No es que sea un calor insoportable, en absoluto. Pero sí que nos hará sudar, no hará beber mucho y convertirá las bermudas en nuestro atuendo habitual tanto de día como de noche.