El sábado por la mañana nos levantamos temprano (efectos del jet lag) para descubrir que en Hong Kong amanecía sobre las 6 de la mañana.
La primera imagen desde la ventana del hotel nos confirmó las sospechas del día anterior. En Hong Kong hasta las chabolas se contruyen en altura. Este edifico frente de nuestra ventana tenía una altura de unos 12 pisos.
A pesar de no estar alojados en la zona más pobre de Hong Kong esas edificaciones ya nos dejan patente las condiciones en las que vive gran parte de la población de la ciudad. Pequeños apartamentos ocupados por decenas de personas y que no cumplen ni los más mínimos requisitos de salubridad. Nos resultó curioso ver como tienden la ropa en palos (no cuerdas) desde las ventanas.
Pero Hong Kong es una ciudad de contrastes, y dos calles más abajo encontraríamos los centros comerciales más elegantes, tiendas de ropas de firmas exclusivas y calles enteras dedicadas a la electrónica de consumo.
La city en sábado
Cogimos el metro hasta cruzar a la isla de Hong Kong para acercarnos a ver la zona de oficinas y del puerto. Al bajarnos del metro nos encontramos con una cantidad enorme de personas apoyadas y sentadas a lo largo de todas las pasarelas peatonales. Aunque era muchísima gente, al principio no le dimos mayor importancia. Pero según íbamos avanzando nos encontrábamos más y más gente, sentada en la calle, con toallas, sábanas, manteles...
Pronto nos dimos cuenta que eran todo mujeres y que estaban aparentemente pasando el día, hablando, comiendo, haciéndose las uñas... Lo que no acabábamos de entender era cómo podían haberse reunido tantas mujeres y porqué estaban ocupando la zona de oficinas.
Finalmente nos enteremos de que se trata de mujeres (en su mayoría filipinas), que trabajan como interinas en las casas de las familias de Hong Kong.
Como el sábado es su día libre y no tienen casa (puesto que viven en las casas donde trabajan) se reúnen en la city para pasar el día. He leído que son más de 150.000 trabajadoras las que se congregan en estos espacios habitualmente dedicados a los negocios.
Rascacielos de Hong Kong
Mientras a ras de suelo nos sorprendía la realidad de las trabajadoras filipinas en lo alto los rascacielos de la zona de negocios de Hong Kong resultan simplemente abrumadores. Edificios como el Jardine House (famoso por sus ventanas redondas) o el Two Financial Centre que se alza a 420 metros de altura justo al lado del puerto nos estaban dejando con la boca abierta.
Torre del Banco de China
El Banco de China es, posiblemente, el rascacielos más famoso y reconocible de todo Hong Kong. Tiene 367 metros de altura, tiene 72 plantas. Es justo reconocer que en directo gana mucho respecto a las fotos que todos estamos acostumbrados a ver. Su asimetría contrasta radicalmente con todos los demás edificios del entorno y le da una singularidad merecedora de su fama.
Sin embargo, la torre del Banco de China es un edificio tremendamente controvertido en Hong Kong.
Las aristas vivas que forman su estructura son vistas como elementos destructores de energía desde el punto de vista del Feng Shui, afectando además a la energía de los edificios que le rodean y las personas que trabajan en ellos. Una vez que se completó la construcción de la torre se añadieron elementos que mejorasen el Feng Shui del edificio, como plantas, zonas de banderas y otros añadidos en el entorno de la torre.
Pico Victoria
El Victoria Peak es el punto más alto de la isla de Hong Kong y en su cima hay construido un mirador que nos da una perspectiva increíble de los rascacielos la bahía y la península de Kowloon enfrente.
La forma más habitual para subir a The Peak es el funicular. A diferencia de los funiculares a los que estamos acostumbrados en España, el interior del funicular no está nivelado. Es decir, el coche que asciende por la vía es como un vagón de tren normal y corriente, por lo que eres plenamente consciente de la pendiente de la colina. Quise hacer la prueba a ir de pié el lugar de sentado, y en ciertos puntos resulta realmente difícil mantener el equilibrio. Aunque eso si, la subida es tremendamente más divertida.
Al comprar el ticket para el funicular existe la posibilidad de comprar una entrada comprar una entrada combinada para visitar la azotea del mirador en la cima de la colina. Aunque existe una mirador gratuito, las vistas desde la azotea son las mejores que podemos obtener de los rascacielos de Hong Kong.
Ademán en lo alto del Pico Victoria nos encontramos tiendas, restaurantes, zonas de ocio y varios paseos bordeando la colina que nos dejan diferentes perspectivas de la bahía y de la pendiente de subida del Funicular.
Parque de Hong Kong
Volvimos a bajar de Victoria Peak utilizando el funicular, y no muy lejos de la estación base nos encontramos con el gigantesco Parque de Hong Kong. Este parque está construido entre los rascacielos de la zona financiera, lo que nos proporciona un intenso contraste entre los edificios y la vegetación del parque.
La verdad que el entorno del parque es muy agradable, aunque resulta un poco incómodo por las numerosas cuestas que unen los diferentes puntos. Sentarse junto a lago central lleno de peces y nenúfares es un auténtico descanso para el turista.
También resulta interesante el jardín botánico que nos encontramos en el propio parque y que presume de ser uno de los más grandes del sudeste asiático.
Pero indudablemente la joya del parque de Hong Kong es su inmenso aviario.
No se trata de la típica jaula grade con pájaros. Es un inmenso recinto cerrado lleno de vegetación y donde conviven más de 80 especies de pájaros. El recorrido se realiza a lo largo de diferentes pasarelas unidas por escaleras que te acercan a los diferentes puntos del recinto. Nos hubiera gustado detenernos más tiempo disfrutando de los pájaros y haciendo más fotos, pero llegaba la hora de cerrar y poco a poco los guardas nos fueron dirigiendo a la puerta de salida.
Seguimos recorriendo otras zonas del parque de Hong Kong mientras comenzaba a hacerse de noche. No es que sea un parque enorme en extensión, pero tiene muchos rincones y sitios para perderse paseando, sentarse y dejarse llevar por la calma que se respira a pocos metros de los rascacielos y carreteras.
La noche en el distrito financiero
Después de todo el día caminando, al acercarnos a la zona financiera vimos que las aglomeraciones de las interinas filipinas aún seguían ocupando buena parte de los bajos de los edificios.
Aprovechamos para dar una vuelta por los innumerables centros comerciales y galerías de tiendas de la zona mientras seguía anocheciendo para poder ver por primera vez los edificios más altos de Hong Kong iluminados. Todo un espectáculo que veríamos en todo su esplendor en los próximos días.
Desde allí regresamos a metro hacia nuestro hotel a descansar para la aventura de mañana.