Hoy comenzamos a explorar la impresionante belleza natural de Eslovenia, un país en el que más de la mitad de su territorio está ocupado por parques naturales, bosques y zonas de montaña.
Logarska Dolina
El primer punto de nuestra ruta es el valle de Dolarska Dolina.Se trata de un valle de origen glaciar ubicado en los Alpes Slovenos. Tiene forma de V, siendo muy abierto en la entrada y cerrandose notablemente según avanzamos hacia las montañas del fondo.
Para entrar al valle hay que pagar una entrada de 7€ por cada coche, ya que de otra forma no se puede acceder a la carretera que recorre el valle. Paralelo a la carretera hay un una ruta de senderismo que permite hacer el trayecto a pie sin tener que caminar por asfalto.
El valle de Logarska Dolina es tan solo uno de los tres que conforman la región montañosa de Solčavsko.
Comenzamos yendo hasta el final de la carretera, en la que nos encontramos una zona de parking y desde donde parten varias rutas de senderismo con diferentes grados de dificultad. Además junto al parking hay también un pequeño bar y un mapa de información de la zona.
La cascada Rinka Waterfall
Desde el parking sale una pista que nos acerca a esta cascada en unos 15 minutos. La cascada no es espectacular, al menos en verano, ya que la cantidad de agua que cae es bastante pequeña. Sin embargo tiene una altura considerable y el entorno natural en el que se encuadra es impresionante. Sólo por las vistas de las montañas que rodean el calle de Lagarska Dolina merece la pena la visita.
A la derecha de la cascada situado en un alto nos encontramos con un bar con un mirador muy llamativo. Y a la izquierda, cruzando un pequeño puente, podemos continuar el camino ascendente para poder obtener una perspectiva de la cascada desde media altura.
De regreso al parking nos pilló por sorpresa una rápida tormenta de verano, así que nos montamos de nuevo en el coche para deshacer la carretera hasta una zona un poco más abierta del valle.
A lo largo del valle, cerca de la carretera nos encontramos numerosas casas y cabañas de turismo rural desde las que parten gran cantidad de pistas y rutas de senderismo.
Todo el entorno natural del valle de Lagarska Dolina es espectacular. Un valle inmensamente verde, rodeado por una cadena montañosa impresionante y tremendamente bien conservado con cientos de rutas para pasear.
Hicimos varias paradas a lo largo de los diferentes puntos de interés que se señalan en el mapa que te entregan a la entrada de la carretera de pago. Y recorrimos una parte de la ruta de senderismo que atraviesa el valle más o menos paralela a la carretera. Todo el paisaje es relativamente similar, así que cualquier ruta que elijáis del valle os va a satisfacer totalmente.
Velika Planina
La siguiente parada de nuestra ruta es Velika Planina, un pueblo de pastores situado en lo más alto de la montaña. En realidad el nombre hace referencia a toda una zona montañosa de la meseta de Poljanska, con una altitud media de 1.600m. Pero el pueblo de pastores es, sin duda, el punto más emblemático de la zona.
La forma más sencilla de llegar a Velika Planina es usando el teleférico inaugurado en 1963.
Para ello dejamos el coche en el parking al lado del camping Kamp Alpe, en el Valle de Bistrica Kamniska. Desde aquí el teleférico nos lleva hasta la cumbre, llamada Šimnovec (1407 m). El desnivel que salva el teleférico es brutal y las vistas de las montañas son sensacionales.
Una vez arriba podemos continuar el camino a pie (unos 45 minutos de subida hasta el punto más alto) o usar el telesilla hasta el pico Gradišče (1666 m).
Desde lo alto el paisaje es espectacular. El tipo de suelo, la vegetación y las rocas recuerdan mucho a las montañas de Euskadi y Cantabria. Sin embargo la altitud y las vistas de los Alpes Eslovenos te recuerdan que estás en un sitio totalmente distinto.
En toda la zona encontramos multitud de cabañas ovaladas de madera, típicas de esta Velika Planina.
Desde la cumbre dónde nos deja el telesilla el mejor consejo es caminar y dejarse embaucar por la naturaleza. Las vistas de la montaña son gloriosas, y las cabañas de madera le dan un aspecto muy especial.
A unos 20 ó 25 minutos andando desde la zona del telesilla encontramos la mayor agrupación de estas cabañas, y multitud de vacas pastando entre ellas. Existe también una pequeña capilla llamada la Capilla de las Nieves, que fué diseñada por el famoso arquitecto Joze Plecnik. El edificio original se quemó durante la Segunda Guerra Mundial y fue reconstruido por los pastores manteniendo el mismo estilo de construcción.
En agosto el telesilla cierra a las 5.30 de la tarde y el último teleférico baja a las 18h, por lo que no pudimos detenernos tanto como nos hubiera gustado en la visita. Sin embargo me dejó un buenísimo sabor de boca, y es uno de los entornos naturales más bonitos que pueden visitarse en Eslovenia.
Kamnik
Una vez finalizado el recorrido por Velika Planina y realiizado los recorridos de bajada del telesilla y el teleférico, cogimos de nuevo el coche hacia nuestro destino final del día: la pequeña ciudad de Kamnik, recorriendo una larga carretera de montaña.
Nuestro alojamiento del día fue el Guesthouse Spenko, junto a la estación de autobuses de Kamnik. Un alojamiento básico y con una anfitriona que casi no hablaba inglés, pero más que suficiente para descansar del viaje.
Kamnik es una ciudad pequeñita que puede recorrerse fácilmente andando en menos de 1 hora.
Uno de los ejes principales es la calle Sutna, una calle peatonal donde se encuentran algunos de los edificios más emblemáticos de Kamnik: la Iglesia de María Inmaculada, la casa donde nació Rudolf Maister o el Museo del Sadnikar.
En el centro de la ciudad se alza una pequeña colina en la que podemos visitar una capilla de dos plantas y una cripta, llamada Mali Grad. Además desde aquí podemos disfrutar de una excepcional vista de la cordillera de los Alpes eslovenos y de los tejados rojos de la ciudad de kamnik.
Para cenar visitamos el restaurante Gostilna in galerija Majolka, un local prácticamente vacío el día de nuestra cena, pero con mucho espacio y una encantadora terraza interior. Buena cena a un precio muy asequible (por ejemplo una pizza en 5 y 7 €).
Y para tomar algo, sin duda alguna la terraza más animada de Kamnik es la del Bar Mali Grad. Ambiente muy animado pero sin excesivo bullicio y una vez más precios mucho más bajos de lo que estamos acostumbrados en ciudades como Bilbao.