Tengo que reconocer que cuando mi hermano me propuso hacer un recorrido por Eslovenia durante el verano tuve que echar mano de un mapa para poder ubicar el país correctamente. Creo que es uno de esos países bastante desconocidos en general para el turismo español, aunque parece que se va popularizando poco a poco.
Una rápida búsqueda por Internet nos presenta rápidamente sus tres pilares turísticos fundamentales: su capital Ljubljana, el lago Bled y Piran como representante de su escasa zona costera. Pero Eslovenia nos ofrece muchísimos más rincones excepcionales, incluso más interesantes y bonitos que los que aparecen en los primeros resultados de las búsquedas.
Ubicando Eslovenia
Eslovenia es uno de esos países que no existía cuando estudiaba geografía en el colegio. A pesar que de su historia se remonta a la época del imperio romano, el país tal y como lo conocemos actualmente se forma en 1991 al independizarse de Yugoslavia durante la guerra de los diez días. Limita con Italia, Croacia, Austria y Hungría.
Es un país pequeñito, con todos los puntos de interés situados en un radio menor a 150km desde Ljubljana, y con poco más de 2 millones de habitantes. Eslovenia entró a formar parte en la Unión Europea en 2004 y tiene el euro como moneda desde 2007.
Transporte
Posiblemente la forma más habitual de llegar a Eslovenia es desde algún aeropuerto italiano cercano, como Venecia o Triestre. Las distancias desde allí son muy cortas.
El aeropuerto de Ljubljana es realmente pequeño y opera muy pocos vuelos. Es sin duda el aeropuerto de una capital europea más pequeño que he visitado.
Por temas de horarios nosotros si encontramos un vuelo desde Bilbao con escala en Paris que encajaba en nuestro plan. Y aunque volar a Ljubljana sea posiblemente algo más caro que hacerlo a Venecia o a Trieste, el alquiler de coche nos resulto bastante barato en Eslovenia.
- El alquiler de un Renault Clio para 7 días nos costó 92€, a lo que hubo que sumarle otros 88€ por el seguro a todo riesgo. En comparación el seguro me resulta muy caro, pero más vale prevenir.
Para circular por las autopistas y carreteras de viaje es necesaria tener una tarjeta (viñeta) que se adhiere al parabrisas del coche (como la pegatina de la ITV, por ejemplo) y que sirve como medio de pago sin tener que detenerse en los peajes. Nuestro coche de alquiler la traía incluida, pero en caso contrario puede comprarse en cualquier gasolinera. Es importante no olvidar colocarla, ya que en caso contrario nos enfrentaremos a una multa.
Nuestra ruta
Evidentemente una ruta de 10 días no es suficiente para cubrir todo un país, pero en el caso de Eslovenia pudimos hacernos una idea bastante ajustada de lo que ofrece el país y visitar los principales puntos de interés de una forma relativamente calmada.
Comenzamos recorriendo la parte noreste del país, para acercarnos luego a los valles del norte y dedicar tres días a la zona de los lagos y el parque natural de Triglav. Desde ahí nos acercamos a la costa del país y nos dirigimos a la capital visitando las cuevas más famosas en el camino.
Otra alternativa utilizada por muchos viajeros es fijar la zona de alojamiento en Ljubljana y desde ahí desplazarse a todos los puntos de interés. El tamaño del país y la ubicación de la capital en el centro del mismo hacen que sea una alternativa posible, pero nos obligará a realizar más kilómetros por los trayectos de ida y vuelta diarios. Por lo tanto, nuestra alternativa fue ir variando nuestro alojamiento conforme nos desplazábamos por las diferentes zonas de Eslovenia.