El primer día de viaje lo dedicamos a ir desde Bilbao a Rennes (avión + coche de alquiler) y visitar la capital de Bretaña por la tarde.
Comenzamos el viaje a las 5.30 de la mañana rumbo al aeropuerto de Bilbao. Sin problemas ni retrasos, llegamos al aeropuerto de París Charles de Gaulle antes de las 9 de la mañana. No es mala hora para empezar las vacaciones!!
Una vez en el aeropuerto nos dirigimos a por el coche de alquiler que habíamos reservado con anterioridad y antes de las 10:00 ya teníamos todo listo para salir rumbo a Rennes.
Rennes
Llegamos a la capital de Bretaña sobre las 13:30. Nuestro hotel para esta noche era el Apartahotel Access Rennes Centre. Aunque llegamos un poquito antes de la hora del check in no hubo ningún problema para que nos asignaran la habitación, poder dejar la maleta y salir a comer algo.
La ciudad de Rennes se formó en la confluencia de los ríos Ille y Vilaine en el siglo I A.C. y se construyó la primera muralla en el siglo III.
Hoy en día es una ciudad pequeñita de algo más de 200.000 habitantes. De ellos casi un tercio son estudiantes universitarios, algo que puede palparse claramente en el ambiente de la ciudad incluso en el mes de agosto.
Por otra parte Rennes cuenta con el mayor número de construcciones con entramado de madera de toda Bretaña. Es un tipo de construcción que íbamos a ver en repetidas ocasiones a lo largo del viaje, pero no deja de llamar la atención. No solo por la llamativas vigas de madera, sino por las pronunciadas inclinaciones de las fachadas que dan a las casas unas formas tremendamente características.
El mejor consejo que puedo ofrecer para ver Rennes es callejearla sin prisa y sin mirar demasiado el mapa. En casi cualquier rincón hay auténticas joyas de la arquitectura de la zona. También es cierto que en nuestra visita buena parte de la ciudad estaba plagada de obras para la nueva línea del metro, lo cual le robaba parte de su encanto.
Este fue, más o menos, nuestro recorrido por la ciudad de Rennes:
Place Sainte Anne
Comenzamos nuestro recorrido en esta preciosa plaza medieval del centro histórico de la ciudad. Es una plaza llena de restaurantes y terrazas (y de las obras del metro) donde pueden apreciarse numerosos ejemplos de las famosas casas con entramado de madera.
Place y Rue Saint Michel
Es una calle llena de locales y bares, con muchas terrazas y buen ambiente en general. Al levantar un poco la vista casi cualquier casa es un ejemplo perfecto de entramado de madera, algunas en bastante mal estado pero con mucho encanto.
Place Les Lices
Es el antiguo campo medieval donde se desarrollaban fiestas y torneos. Actualmente se encuentra el mercado. Toda la plaza se encuentra rodeada por grandes palacetes construidos en el siglo XVII, de piedra o entramadas de madera, para los señores del Parlamento.
Cathédrale Saint-Pierre de Rennes
La catedral se empezó a construir en el siglo XII, aunque en el siglo VI ya había una antigua iglesia en este mismo lugar. En el año 1490 la torre y parte de la fachada se derrumbaron, por lo que tuvieron que ser reconstruidos, y las obras se prolongaron durante más de 160 años. En el siglo XIX tuvo que someterse a una nueva reconstrucción general. La nave central es verdaderamente impresionante.
Portes Mordelaises (Puertas Mordelaises)
Se encuentran muy cerca de la catedral y nos sirven para apreciar de primera mano los restos de la antigua muralla que rodeaba Rennes.
Place du Champ-Jacquet
En esta plaza conviven los edificios tradicionales con otros más modernos, ya que gran parte de los edificios con estructura de madera fueron pasto de las llamas en el incendio de 1720
Palais du Parlement de Bretagne
Es uno de los edificios más importantes de la ciudad y cuenta con un diseño que recuerda mucho a los grandes palacios parisinos del siglo XVII. De hecho el mismo arquitecto diseñó también el palacio de Luxemburgo de París, con el que guarda un notable parecido.
Además del 8 de julio al 21 de agosto de 2016 todas las noches se celebraba en este Palacio un espectáculo de luces y sonido llamado “Lumières”, por lo que nos anotamos regresar a este punto después de la cena.
Place de la Mairie
En esta plaza nos encontramos el edificio de la ópera y el Ayuntamiento de Rennes. El nuevo ayuntamiento, que se define como “un edificio civil construido para ser inmortal”, comenzó a construirse en 1734.
Tanto aquí como en la cercana Place de la République, donde se erige el Palacio de Comercio, nos encontramos con una arquitectura mucho más señorial, con grandes espacios y fachadas de piedra muy alejadas de la arquitectura de artesonados de madera del centro de la ciudad.
Les champs libres
Se trata del centro cultural de la ciudad donde nos encontramos el museo de Bretaña, una biblioteca y el “Espacio de las Ciencias”. Es un espacio enorme, extremadamente árido sin casi ninguna concesión a jardines, árboles o algún tipo de vida. Entiendo que será para favorecer que florezca la cultura, pero no nos pareció un entorno nada agradable. El edificio del “Espacio de las Ciencias” si merece la pena una visita por su uso de los espacios interiores y la forma que juega con el cristal y los colores.
El parque del Thabor
Se trata de un enorme jardín francés de más de 10 hectáreas de tamaño con fuentes, estatuas, árboles exóticos, una pajarera que conserva su función original… En resumen, un lugar estupendo para sentarse un rato a disfrutar del paisaje y dejarse llevar sin rumbo por los caminos entre los árboles y jardines.
Lumières
Por la noche, después de cenar, volvimos a la plaza del Palacio del Parlamento para disfrutar del espectáculo de luces y sonido que se celebraba a las 22:00h. La verdad es que no me esperaba nada especialmente llamativo, y sin embargo el espectáculo fue absolutamente genial. Se proyectaban luces e imágenes sobre los edificios en tres de los lados de la plaza, con lo que la inmersión estaba asegurada. Posiblemente las fotos y el vídeo de ejemplo no le hacen justicia. Un broche perfecto para nuestro primer día en Bretaña.